El pasado 19 de septiembre Yeni y Estela se dijeron el "sí, quiero". Fue una boda preciosa, en la que se respiraba ilusión, emoción, alegría y felicidad. Todas esas emociones estaban en las caras y en los gestos, no sólo de Yeni y Estela, sino de todos los que allí estábamos, porque esas emociones son muy contagiosas.
Y contaron conmigo para capturar aquellos momentos y plasmarlos en un libro muy especial. Es un honor, pero también es una gran responsabilidad, que tuvo su recompensa al observar sus caras mientras pasaban las páginas, una a una, despacio.
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